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Lugar: Spain

07 octubre, 2006

Introducción a la Literatura Hispánica

Hispania es el nombre que los romanos dieron a la Península Ibérica y ésta se dividió en provincias romanas desde finales del siglo III a.C.
Cuando Hispania existió por primera vez, los libros se escribieron en lengua latina, porque la Península dependía de Roma. Por eso, éste es un libro español.
De Hispania deriva la palabra español, que existe desde los comienzos de la literatura española en lengua castellana.
Pero no toda la literatura española está escrita en lengua castellana.
Éste libro está copiado, probablemente, por visigodos españoles, bárbaros germanos, que se establecieron en Hispania desde el siglo V y que continuaron la literatura hispanolatina.
En Hispania existieron,de forma habitual hasta 1492, comunidades judías que mantuvieron sus costumbres y, por supuesto, su lengua al escribir libros. Llamaron a la Península Sefarad. De aquí procede la literatura hispanohebrea . Éste es otro libro español.
Desde el año 711, la Península Ibérica queda ocupada por musulmanes, de lengua árabe. El territorio que ellos ocuparon -la casi totalidad de Hispania- pasó a llamarse Al-Ándalus, nombre derivado de un pueblo bárbaro -vándalos-, que apenas dejó huella en la Península. De Al-Ándalus proviene actualmente el nombre de Andalucía. Así que, este también es un libro español. Forma parte de la literatura hispanoárabe.
Entre los siglos X a XII, convivieron en la Península varios dialectos, que lucharon por imponerse los unos sobre los otros. Cuatro alcanzarían la categoría de lenguas: el castellano, el catalán, el gallego-portugués o el vasco, aunque en esta última lengua -que no deriva del latín ni del indoeuropeo y es de origen desconocido- no se conozcan libros significativos hasta épocas recientes.

Muchos libros del siglo XIII están escritos en dialectos hoy desaparecidos, como el riojano, el aragonés, el leonés, etc. El libro, siempre manuscrito, se mantuvo así hasta finales del siglo XV.
A principios del siglo XVI, los Reyes Católicos lograron que el castellano fuera la lengua principal de España. Por eso, castellano es hoy sinónimo de español.

Literatura portuguesa:Os Lusiadas
Desde el siglo XII existe el reino de Portugal. La lengua portuguesa es, originalmente, una variante del gallego-portugués medieval. Por motivos políticos se considera una lengua propia. La división entre España y Portugal rompió la identificación de Hispania con España. Por eso, cuando hablamos de literatura hispánica, incluiremos también la literatura portuguesa. Entre 1580 y 1640, Portugal fue parte de España.

En el siglo XIX, el Romanticismo despertó el sentimiento nacionalista de distintas regiones españolas.

Revista Euskal(1880-1918)
Cantares gallegos (1863)
Cubierta del autor: Apeles Mestres

Desde entonces se cultiva la literatura catalana, la literatura gallega y la literatura vasca, junto a la predominante literatura castellana.
Salvo en la época del franquismo (1939-1975), la literatura en España se escribirá en estas cuatro lenguas, aunque la más representativa sea siempre la castellana.
En la actualidad existe cierta ambigüedad: algunos críticos identifican la literatura española con la literatura castellana y reservan para las otras lenguas peninsulares la nomenclatura de literaturas hispánicas.
Otros consideran literatura española la escrita en España, en cualquier lengua. Bajo el rótulo de literatura hispánica englobamos la literatura hispanoamericana, la literatura portuguesa y brasileña y la escrita en Hispania en toda lengua y época.
Es importante recordar que la literatura hispánica es sólo una rama de la literatura románica, es decir, de la literatura en lenguas derivadas del latín. Frecuentemente, la literatura hispánica debe a la literatura europea más que a su propia tradición. Es un error olvidarlo.
(C) D.Miguel Pérez Rosado. Doctor en Filología

Biografía: Lope Félix de Vega Carpio

Lope Félix de Vega Carpio (1562-1635) nació en Madrid. Estudió con Vicente Espinel y, después, en el Colegio Imperial de los jesuitas.

De 1583 a 1587 datan sus primeros amores con Elena Osorio, llamada Filis en sus poemas. En 1588 un rival ganó el amor de Elena, causando a Lope un despecho que desahogó en escritos de toda clase y que aún recordaría en La Dorotea, en 1632. El episodio terminó con un proceso y un destierro de 1588 -año en que se casa con Isabel de Urbina (Belisa)- a 1595. Vivió en Valencia y, después en Alba de Tormes.

Ya en Madrid y viudo, en 1598, se casó con Juana de Guardo y mantuvo un doble hogar. Después, conoce a Micaela Luján hacia 1599 (Camila Lucinda) y, probablemente a otras mujeres. Hasta 1608 duran estos amoríos, que se reflejan constantemente en sus escritos. Al año siguiente, la muerte de su esposa e hijo Carlos Félix le sumen en honda crisis y se ordena sacerdote.

Desde 1605 es secretario del duque de Sessa. Por su epistolario se conocen algunos sucesos íntimos de su vida. En primer lugar, la inestabilidad de su vocación religiosa, que cederá ante su último gran amor, Marta de Nevares (Marcia Leonarda o Amarilis), desde 1616 hasta su muerte en 1632. Desde entonces, la vida de Lope se hunde ante la vocación religiosa de su hija, la muerte de su hijo Lopito y la fuga de su hija Feliciana.

Su entierro fue un acontecimiento público, y, un año después, aparece una primera biografía, escrita por su discípulo Juan Pérez de Montalbán, quien le atribuye 1800 obras de teatro, sin contar los autos sacramentales. De éstas se consideran hoy 317 auténticas y 27 probables. A ellas hay que sumar varios libros de poesía, novelas y narraciones en prosa, junto a los poemas épicos, acaso los escritos más queridos por él y menos leídos hoy.

D.Miguel Pérez Rosado. Doctor en Filología

Biografía: Luis de Góngora y Argote

Luis de Góngora y Argote (1561-1627) nació en Córdoba de una familia noble, acaso de conversos. Se educó en la casa paterna y, después, estudió Cánones, en Salamanca hasta 1581. Fue racionero de la Catedral de Córdoba en 1585, herencia que recibió de su tío, y viajó por Madrid, Valladolid y Cuenca. Por su conocida generosidad, precisó la protección del marqués de Ayamonte y del duque de Lemos. Es posible que dedicara parte de su juventud a aventuras amorosas de tono menor y otras diversiones, como el juego, a juzgar por la amonestación que, en 1588, recibe del Obispo.

Desde 1580 comienza a escribir poesías: sonetos y romances, ante todo, de muy diferentes temas. Fue amigo de Paravicino, Villamediana y Pedro de Valencia, por lo cual, influyó en la predicación religiosa. En 1609 lo encontramos en una breve visita por Madrid, de la que debió recoger enemistades y desangaños. Vuelto a Córdoba, entre 1612 y 1614, escribe el Polifemo y las Soledades, sus obras más conocidas. De aquí su enfrentamiento más directo con Quevedo y Lope de Vega. Aunque sus obras fueron comentadas por escrito en vida del poeta, como si fuera un clásico, no llegó a ver impresas más que algunas poesías menores en cancioneros.

En Madrid, en 1617 fracasó en sus aspiraciones cortesanas, pero, tras ganar una capellanía en Palacio, se ordena sacerdote e intenta proteger a sus familiares con cargos parecidos. Pretende favores del duque de Lerma, a quien dedica su Panegírico (1617) y de Rodrigo Calderón, sin éxito.

Arruinado y enfermo, logró la protección de su familia en Córdoba, en 1626, donde muere un año después.

Despreciada por críticos como Menéndez Pelayo, su poesía fue revalorizada por la generación poética de 1927.

D.Miguel Pérez Rosado. Doctor en Filología

Biografía: Pedro Calderón de la Barca

Pedro Calderón de la Barca (1600-1681) nació en Madrid, de familia montañesa. Estudió en el Colegio Imperial de los jesuitas y después en Alcalá y Salamanca (1617) donde fue excomulgado por no pagar su alojamiento en el Colegio de San Millán.

En Madrid (1621) dio muerte, junto a sus hermanos, a Nicolás de Velasco, por lo que se refugió en la Embajada de Austria. En 1629 ganó enemistades por quebrantar el convento de las Trinitarias, persiguiendo a un cómico.

En 1623 escribe su primera obra dramática representada en el Real Palacio del Alcázar. Comienza escribiendo comedias de enredo hasta lograr sus mejoras obras en los años 30. En 1634 era ya un autor consagrado cuando se inauguraba el palacio del Retiro. Dos años después publica la Primera Parte de Comedias, encabezada por La vida es sueño. Felipe IV le concedió el hábito de Santiago.

Calderón reparte sus obras entre las palaciegas para un público culto y las de corrales para otro popular. Escribe El gran teatro del mundo, El médico de su honra, La devoción de la cruz, etc.

Entre 1640 y 1642 participa en las campañas de Cataluña con el conde Duque de Olivares. Después servirá al Duque de Alba. El cierre de teatros de 1647 a 1649 por luto real le obliga a producir casi exclusivamente autos sacramentales.

Ordenado sacerdote en 1650, logra dos capellanías, la última, con la intercesión del rey. Ahora escribe óperas y zarzuelas y alguna comedia mitológica. Desde 1670 hasta el final de sus días, recibió del Ayuntamiento de Madrid encargos de autos sacramentales.

En la escena, Calderón innovó técnicas, como las tramoyas, máquinas, música, siguiendo, en parte, la tradición italiana. A su muerte dejó más de 120 comedias, 80 autos sacramentales y buen número de entremeses, entre otros escritos. Su figura fue celebrada por el romanticismo alemán en 1881 y quedó como una cima de las letras hispánicas.
(c) D.Miguel Pérez Rosado. Doctor en Filología

Biografía: Miguel de Cervantes

Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) nació en Alcalá de Henares (Madrid). Instalado en la capital, desde 1568 cursó estudios en la escuela de López de Hoyos, donde escribió sus primeras poesías. Después, hirió en duelo a un tal Antonio de Sigura, lo que pudo pagar con diez años de destierro y con su mano derecha, pero huyó de España.

En 1570, se halla en la Roma del cardenal Acquaviva, entre lujos y refinamientos. Pronto, cambia de vida, alistándose en la expedición contra los turcos. Así quedaría absuelto de su crimen. En 1571 participó, enfermo, en la batalla de Lepanto, donde perdió el uso de su mano izquierda. Aun así, continuó en otras expediciones navales.

Cuando decide regresar a España en 1575, con cartas de recomendación de Juan de Austria, piratas berberiscos atacan su galera cerca de Barcelona. Lo capturan, junto a su hermano Rodrigo, y encierran en las prisiones -baños- de Argel. Por sus cartas de recomendación o por su atractivo personal, sobrevivió a cuatro intentos de fuga -1576, 1977, 1978 y 1979-, cada uno de los cuales se castigaba habitualmente con pena de muerte.

Cuando sus hermanas y los frailes trinitarios lo rescatan en 1580, Miguel se encuentra confundido en su propio país, del que se ausentó doce años antes. En 1584 nace Isabel, de sus relaciones con Ana Franca, y contrae matrimonio con Catalina Salazar. Un año después publica La Galatea (1585), novela pastoril, con éxito, lo que no logró en el teatro.

Tras algunos tanteos, acepta en 1587 requisar trigo en Sevilla para la Armada Invencible y otras comisiones por Andalucía. La falta de puntualidad en el pago de su salario y la inestable fortuna en el juego le llevan en 1597 a la cárcel de Sevilla, donde debió conocer personajes que retrató en sus obras.

En 1604, vive en Valladolid, ultimando la primera parte de su gran obra. Un penoso episodio, en el que murió Gaspar de Ezpeleta, hace que la familia Cervantes quede arrestada y se insinúe que algunas de sus mujeres mantienen relaciones con ciertos personajes. Liberados, deciden instalarse en 1607 definitivamente en Madrid, donde ya en 1605 había aparecido la primera parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha. Su éxito fue arrollador y animó a Cervantes a publicar otros escritos: en 1613, las Novelas Ejemplares, primera obra que en castellano se adscribe al género novela. Enseguida, su poema Viaje del Parnaso y sus Ocho comedias y ocho entremeses nunca antes representados, ambos de 1614.

La publicación en 1615 de la segunda parte de El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha confirma el éxito obtenido con la primera. Sin embargo, la situación económica de su autor era aún precaria. Nunca olvidó su idea de marchar a Nápoles como secretario de su virrey, el Conde de Lemos, al que dedicó su novela póstuma Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617). Un año antes fallecía en Madrid el 22 de abril.
(c) D.Miguel Pérez Rosado. Doctor en Filología

04 octubre, 2006

Estructura del Antiguo Testamento

Remito a la entrada "Canon de las Escrituras" para el texto hebreo - arameo.

No obstante el Antiguo Testamento católico tiene variaciones.

Estos son los libros del Antiguo Testamento católico:

Pentateuco: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.

Libros históricos: Josué, Jueces, Rut, I y II Samuel, I y II Reyes, I y II Crónicas, Tobías, Judit, Ester, I y II Macabeos.

Libros poéticos y sapienciales: Job, I - V Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Sabiduría y Eclesiástico.

Libros Proféticos: Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Baruc, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías.

Lean y comparen. ¿Cuáles son las variaciones?

Estructura del Nuevo Testamento

El Nuevo Testamento es común a Católicos, Ortodoxos y Protestantes, entre otros grupos cristianos.

Esta es la estructura:

Los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan

Los Hechos de los Apóstoles

Las Cartas paulinas: Romanos, I y II Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, I y II Tesalonicenses, I y II Timoteo, Tito, Filemón y Hebreos.

Otras cartas: Santiago, I y II Pedro, I, II y III Juan, Judas

Y el Apocalipsis (El libro de la Revelación)

Léanlo. Merece la pena. Se aprende mucho cristianismo y a vivir con Dios.

03 octubre, 2006

Odres nuevos

Lean y comparen estos textos del Nuevo Testamento.
Ni echa vino nuevo en odres viejos; que si no, revientan los odres, y el vino se derrama, y los odres se echan a perder; sino echa vino nuevo en odres nuevos, y entrambos se conservan. (Mateo 9, 17)
Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; que si no, romperá el vino los odres, y se pierde el vino y también los odres; sino vino nuevo en odres nuevos. (Marcos 2, 22)
Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de lo contrario, romperá el vino nuevo los odres, y él se derramará y los odres se echarán a perder; sino vino nuevo en odres nuevos se ha de echar. Y nadie después de beber el añejo lo quiere nuevo; porque dice: "Bueno es el añejo". (Lucas 5, 37)
Mediten: ¿A qué se refiere con la palabra "odres"? ¿Y "vino"?

Sentencia del día

Dadme dos líneas escritas por el hombre más honrado y encontraré en ellas motivo para hacerlo encarcelar (Cardenal Richelieu)